Por qué los gobiernos deben utilizar el cuadro de mando integral
Gobiernos de todo el mundo han aplicado diversos conceptos de gestión del rendimiento. A menudo se conocen como gestión basada en resultados o presupuesto por resultados. Sin embargo, las iniciativas de gestión del rendimiento de las administraciones públicas han obtenido resultados desiguales.
"Los sistemas actuales de medición del rendimiento en el sector público presentan algunas limitaciones porque se basan únicamente en indicadores de eficiencia, eficacia y economía, principalmente financieros que no miden el cumplimiento de los objetivos medioambientales y sociales de las organizaciones públicas." (Mihaiu, 2014)
Desarrollado originalmente para superar los retos de la medición del rendimiento en las empresas, el cuadro de mando integral es muy pertinente para el sector público. La noción "equilibrada" del cuadro de mando integral, que combina las perspectivas financiera, del cliente, del proceso interno, del aprendizaje y del crecimiento, proporciona un marco holístico de rendimiento. Este enfoque puede superar muchas de las dificultades asociadas a la comprensión y aplicación de la gestión del rendimiento en la Administración. El ejercicio de equilibrar las necesidades de rendimiento es lo que hace que el cuadro de mando integral resulte convincente para las administraciones públicas y otras organizaciones del sector público.
"Un cuadro de mando correctamente construido está equilibrado entre medidas a corto y largo plazo; equilibrado entre medidas financieras y no financieras; y equilibrado entre perspectivas de rendimiento internas y externas. El cuadro de mando es un sistema de gestión que puede utilizarse como marco central de organización de los principales procesos de gestión."
(Mackie, 2008)
¿Qué es el cuadro de mando integral?
La gestión del rendimiento corporativo, o empresarial, es complicada y muchas empresas no consiguen mejorar su rendimiento. Otras imponen medidas de rendimiento que generan incentivos perversos. La metodología del cuadro de mando integral está diseñada para superar muchos de los retos que plantea el desarrollo de sistemas de gestión del rendimiento alineando los incentivos al rendimiento con la estrategia organizativa.
El cuadro de mando integral examina el rendimiento desde cuatro perspectivas:
- Aprendizaje y crecimiento
- Proceso empresarial
- Cliente
- Finanzas
Un ejercicio eficaz de cuadro de mando integral dará lugar a una estructura sencilla que centre la toma de decisiones en lo que es importante para la organización.
¿Cuáles son las ventajas del cuadro de mando integral?
El cuadro de mando integral proporciona a los gobiernos una visión más holística. gestión del rendimiento metodología. Entre las diferencias importantes en el sector público cabe citar la sustitución de perspectiva del cliente con perspectiva ciudadana que es el "resultado" final y no el perspectiva financiera utilizado en el sector privado.
Alineación del presupuesto con los objetivos nacionales
La gestión de las finanzas públicas carece de un balance final hace que los resultados sean mucho más difíciles de validar. Además, la política suele impulsar decisiones centradas en los insumos (es decir, gastar en proyectos en el distrito del político).
El cuadro de mando integral ayuda a los gobiernos a alinear los productos con los resultados y los objetivos nacionales. Esto permite a los gobiernos seleccionar y probar las mediciones de los resultados.
Alineación de los objetivos con la estrategia
Las empresas operan con menos "líneas de negocio" que los gobiernos, lo que crea problemas tanto de alcance como de escala y dificulta la gestión del rendimiento de todo el gobierno:
- Alcance: Los presupuestos deben estar vinculados a los resultados porque los gobiernos llevan una contabilidad de compromiso
- Escala: La transmisión en cascada de objetivos complejos a través de los MDA y las divisiones a los funcionarios individuales es compleja porque hay muchos miembros del personal
El rendimiento de los departamentos y programas también puede ser un reto, lo que puede crear una sobrecarga de información: simplemente hay demasiadas medidas posibles.
Otro problema es que las organizaciones del sector público se rigen por el presupuesto.
"En comparación con las instituciones comerciales, las agencias gubernamentales se enfrentan a una serie de retos únicos a la hora de gestionar el rendimiento y alcanzar sus objetivos e iniciativas estratégicas. Su misión y sus presupuestos suelen decidirse externamente... Además, los organismos se enfrentan a la ardua tarea de cumplir sus objetivos sin el control directo de unos presupuestos y recursos cada vez más reducidos. Esto aumenta la necesidad de gestionar el rendimiento en cada paso del camino. "
(Whittaker, 2003)
El cuadro de mando integral permite a los gobiernos alinear los objetivos ministeriales, departamentales, de agencias y personales con la estrategia. De este modo se eliminan muchos indicadores de rendimiento potenciales que no son importantes para alcanzar los objetivos del gobierno.
Capacidad de añadir contexto al rendimiento
Las empresas operan en ámbitos bien comprendidos. Los resultados que generan beneficios también se conocen bien. Los sistemas de rendimiento o basados en resultados del sector público adolecen de problemas prácticos de medición, ya que en muchos casos los resultados son difíciles de medir directamente. Esto dificulta la identificación de resultados relevantes para la estrategia gubernamental.
Los gobiernos también tienen un ciclo de vida del rendimiento más complicado que el sector privado, debido a su vinculación con el proceso presupuestario y a la necesidad de transparencia.
El cuadro de mando integral permite a las organizaciones gubernamentales añadir contexto a los resultados de rendimiento. Pueden describirse los acontecimientos extraordinarios y sus repercusiones en los productos y resultados.
Incentivos a la rendición de cuentas
Las empresas suelen ofrecer importantes incentivos de rendimiento a sus empleados. Sin embargo, en las administraciones públicas los incentivos vinculados a resultados son difíciles. Las organizaciones gubernamentales suelen gestionarse en función del cumplimiento de las normas estatutarias y presupuestarias. La introducción de la gestión por resultados puede generar temor a consecuencias imprevistas.
El cuadro de mando integral permite a los gobiernos comunicar mejor los objetivos para alinear el rendimiento. El ejercicio de desarrollar e implantar un cuadro de mando integral, cuando se realiza correctamente, actúa como nexo para la gestión del cambio organizativo.
Conclusión
El cuadro de mando integral permite vincular los objetivos gubernamentales a largo plazo a las propuestas presupuestarias anuales y a medio plazo, lo que mejora la evaluación de los programas. El cuadro de mando integral es también un eficaz mecanismo de transparencia ya que proporciona pruebas de los avances hacia los objetivos y valida la política.
Referencias
Diamond, J. Establishing a Performance Management Framework for Government. Presupuesto y Gasto Público, mayo de 2005
Kamensky, J. Medición del rendimiento: 3 Challenges Every Government Faces. GovExec, 27 de noviembre de 2012
Kaplan, R. The Balanced Scorecard for Public-Sector Organizations. Harvard Business Review, 1999
Kaplan, R. Conceptual Foundations of the Balanced Scorecard. Documento de trabajo de la Harvard Business School, 2010
Mackie B. Organisational Performance Management in a Government Context: A Literature Review. Mackie Gestión Pública, 2008 http://www.focusintl.com/RBM064-0064768.pdf
Mayne, J. Challenges and Lessons in Implementing Results-Based Management. Publicaciones Sage, 2007
Mihaiu, D. La medición del rendimiento en el sector público: Entre la necesidad y la dificultad. Estudios de Economía y Empresa, 2014 http://eccsf.ulbsibiu.ro/articole/vol92/925mihaiu.pdf
Whittaker, J. Strategy and Performance Management in the Government. Software pilotonoviembre de 2003